CARTA A LOS HIJOS DISTANTES

Es difícil describir con palabras lo que se vive, no existe ninguna película que lo pueda interpretar, hoy como antes, no existen grandes cambios físicos, pero desde el punto de vista metafísico, la subrealidad surge como algo en lo que no “debe” tener explicación sino hasta que se pierde.
El clima es complicado, factores como: la humedad, el smog o algo similar influye en ti, son factores claves desde el punto de vista físico que te hace aterrizar después de tanta ilusión, aspiración, y conjunto de variables que configuran un alto nivel de realidad.
Sigue siendo la pérdida el dolor más grande, mas allá de lo que se pueda considerar físicamente hablando. Difícil de soslayar, la distancia provoca múltiples sentimientos, que en su sistema logran un consenso más bien esperanzador.
Visite a tu abuelo en el cementerio, después de las condiciones impuestas para regresar. Lo cual me permitió conocer mas de la religión de el. También están en este cementerio, mi abuela paterna, que falleció en 1951. Mi padre falleció el 26 de noviembre de 1980.
En ocasiones las lágrimas inundan mi corazón, que trata de pedir auxilio. En otras provocan un sabor amargo. Las razones están a la vista la distancia y el tiempo nos separan.